¿Qué es el amor y por qué nadie lo encuentra?

Ay, ay, ay… San Valentín… Realmente te has metido en la cabeza de todos. Desde niños crecemos con historias de Disney donde el príncipe se enamora de una sirena, o donde una campesina se enamora de una bestia que es un príncipe. Crecemos con la idea equivocada de un amor perfecto. Pensamos que en alguna parte del mundo existe ese príncipe o princesa y que nos van a venir a rescatar de una u otra manera. No les niego que en alguna etapa de mi vida llegué a pensarlo, porque, en el caso de las mujeres, nos meten la idea de que si no nos hemos casado antes de los 30, estamos quedadas o se nos va el tren.

Pero ¿realmente queremos agarrar cualquier tren? Porque el amor no es un tren del cual te bajas en la siguiente estación, ¿o sí? Todos queremos amar y sentirnos amados, eso lo sé. El amor mueve al mundo, pero muchas veces nuestras ideas arraigadas, nuestras ganas de sentir, la cultura Disney y la presión social nos hacen conformarnos con amores o trenes que no son los que merecemos y que no nos llevan a ninguna parte.

Con el tiempo, les confieso que mi idea del amor ha cambiado. No amo como la primera vez que me enamoré (si es que lo estuve, porque no lo sé). Muchas veces pensamos que amar es ese video dramático que hemos visto, que es aguantarte, sufrir, conformarte y dejar tus sueños por seguir los de otro, y la verdad es que nunca he estado dispuesta a dejar eso por nadie. Por eso mi idea del amor se ha transformado: no creo en que haya algún príncipe por ahí esperándome. Tampoco creo en la teoría del hilo rojo, ni en que haya un solo amor de nuestra vida. Si fuera así, creo que cada vez que me enamoro amaría más, así que ya habría tenido varios amores de mi vida. Y mucho menos creo en que haya un tren que se nos va, porque si es así, mejor que se vaya.

En lo que sí creo es en el amor a la vida, a mis metas, a mis amigos, a mi día a día, a mi familia… Creo que nadie complementa a nadie, más bien creo que venimos a hacer equipo con alguien para mejorar nuestra vida, porque nuestra vida ya es feliz si nosotros trabajamos porque así sea. Nadie viene a hacerte feliz, sino a compartir su felicidad contigo únicamente. Sé que llega una edad en la que pensamos o nos preguntamos si encontraremos a alguien que nos ame, pero yo te invito a que dejemos de buscar. Dejemos de salir a buscar el amor ahí afuera y busquemos primero el amor a nosotros mismos. Busquemos enamorarnos de nuestra vida primero, de nuestros sueños, de nuestras metas, nuestra familia y amigos. Dejemos de pensar que el amor es únicamente cuando tenemos una pareja, porque en verdad no lo es, y no es cliché ¡no lo es!

Yo no quiero un tren. Estamos en el siglo 21, yo quiero un avión presidencial, y si no llega, estoy dispuesta a construirlo yo solita; y eso precisamente es amar. Este 14 de febrero  mate a ti, no te conformes con amores a medias o amistades a medias, con medias naranjas; aquí todo completo, porque eso es el amor: estar completo para de ahí sumar a quien se una en este camino tan loco que es vivir.